19 jul 2014

Capítulo uno.

 Era domingo por la mañana. Mis padres acababan de despertarme. Eran las seis de la mañana y teníamos que prepararnos para ir a la dichosa iglesia. Sí, odio todo esto, pero si digo algo seguramente me fulminen. Lo único que adoro del domingo es saber que a la tarde quedaré con Chloe y Justin. ¡Oh dios! Chloe...

Para entender todo, habrá que empezar por el principio. Mi nombre es Tracy, Tracy Green. Soy una chica normal, la típica adolescente estadounidense que os podríais imaginar. Rubia, de ojos azules, el típico estereotipo de chica guapa. Hija única, con una vida sencilla, y feliz. Feliz. Esa sería la palabra para definirla, pero yo no lo veo así.

Podría definir mi vida como frustrante, sí, así es. Frustrante. ¿Por qué? Sencillamente porque vivo a base de mentiras, a base de engaños. Mi vida es una patraña, y hago semejar algo que no soy en realidad.

Soy una chica que saca buenas notas, que le gusta dar paseos por la ciudad, y sacar  fotos con su cámara de alto nivel. Me gusta quedar con mis amigos, comer hamburguesas por la noche, y ver películas acompañadas de palomitas. Todo eso es algo que no me hace especial, pero sí lo soy, soy diferente al resto de chicas.

Estoy enamorada, eso es. ¿Nada raro verdad? Pues si lo es cuando llevas enamorada diez años de la misma persona. Y que esa persona no lo sepa. Por si no fuera poco, que esa persona es tu amiga. Sí, amiga. Porque estoy enamorada de Chloe Anderson. Porque soy lesbiana.

 Llevo unos años esperando para contarle todo, y creo que aún serán más porque no estoy preparada. Pensar que podríamos dejar de hablarnos, y que desaparezca de mi vida, hace que me estremezca. Menos mal que está Justin para poder desahogarme un poco, si no creo que no sería capaz de callarme todo. Él es capaz de darme consejos, y me hace ir por buen camino.

-¡Tracy! Baja a desayunar, cielo -gritó mi madre desde el piso de abajo.

-Ya voy mamá -le contesté al momento.

Me levanté y me puse las zapatillas de osito, mis favoritas, y las de Chloe. Chloe adora los animales, la conozco mucho. Tengo que comprarme un perro a ver si así capto más su atención. Pero ¡que absurdo! ¿En qué estoy pensado? No voy a hacer esto, creo que estoy empezando a obsesionarme. Así que bajé junto a mis padres que están esperándome.

Ya había desayunado, había ido un poco rápida y ahora me dolía un poco la tripa. Creo que tengo que estar más calmada. Parezco tonta. Si ya son tres años viviendo esto, es absurdo. Porque aunque lleve enamorada de ella diez años, empecé a asumirlo hace tres, cuando tenía tan solo catorce. Y ahora, con diecisiete, sigo en la misma situación.

Una vez vestida con aquel precioso vestido color salmón que me regalaron mis padres por mi cumpleaños hace dos semanas, subí al coche con mis padres camino de la iglesia. Por el camino fui pensando varias cosas. Suelo ponerme a pensar muy a menudo. Así me siento mejor. Así que fui pensando en cómo contarles a mis padres que soy lesbiana. Y no encuentro la manera. Si se lo suelto ahora aún son capaces de abandonarme aquí mismo. Así que descartado, de momento no voy a decírselo. Es mejor encontrar el buen momento, si ya llevo esperando tantos años, podría esperar un poco más.

Después de la larga y eterna misa y de la comida con mis padres y mis abuelos, que como siempre tratan temas religiosos o temas políticos que no me importan nada; así que me fui a esperar a mis amigos al parque, cogí los cascos y mientras sonaba una canción de Demi Lovato, esperaba a Justin y Chloe en el banco del parque.

El primero en llegar fue Justin, y mientras Chloe no llegaba nos pusimos a hablar. Después de un rato, surgió una conversación acerca de mi secreto oscuro. Sólo Justin lo sabe, y me siento segura cuando me aconseja.

-Bueno, Tracy, ¿cuándo vas a contar todo a todos? -Me soltó Justin.

-No lo sé. Es más difícil de lo que parece, sobre todo en la situación en la que me encuentro, tú lo sabes más que nadie. -le susurré.

-Pues ya me tienes en ascuas, no aguanto más tu secreto eh. Voy a acabar contándolo en breves -bromeó Justin.

-Uh, que gracioso -dije mientras le daba un pequeño puñetazo en el hombro.

La cosa fue entre broma y broma. Justin y yo nos entendemos muy bien. Mientras tanto Chloe aún no aparecía, siempre llega tarde. Cuando él me estaba contando lo que le había pasado ayer, llegó a brincos Chloe desde el fondo. Se incorporó a nosotros.

-¿Que pasa idiotas? -nos soltó alegre.

-Hola morena. -le soltó Justin.

-Hola guapa. -le dije algo entrecortada.

-Bueno, que. ¿Nos quedamos aquí parados? ¡Vamos a dar un paseo! -dijo alegre.

Nos levantamos entre quejas del incómodo banco, y los tres a la par comenzamos a andar. Entre risas y bromas llegamos a un muro y como niños de primaria, nos pusimos a intentar mirar lo que había al otro lado del ruinoso trozo de piedra. Mientras yo asomaba mi cabeza por aquel muro noté una palmadita en mi trasero. Me solté de repente y casi llego a caerme.

-¡JUSTIN! Ya te vale, eh. -le dije algo molesta pero con una sonrisa.

-¿Quién dijo que fue Justin? -dijo Chloe con una sonrisa traviesa.

En ese momento me puse totalmente roja, muy roja, como un tomate. Gracias a dios que Justin estaba allí e intentó distraer a Chloe para que no notara mi rojez en las mejillas. Es una estupidez, lo sé. Pero Chloe suele hacer este tipo de cosas, y me pone muy nerviosa. Un día acabará pillándome. Lo veo.

Luego de todo esto, nos fuimos a mi casa, ya eran las seis de la tarde. Era muy pronto así que propuse la idea de ver una película. Llegamos a mi casa, y dejando sobre la mesa las regalices que nos habíamos comprado fuimos hacia la zona de la televisión. Mientras yo elegía la película que íbamos a ver, ellos ya se habían adjudicado su sitio. Pues la cosa, fue al girarme y ver que Justin no se sentaba donde lo hace a costumbre, si no que estaba en el sillón individual. Y en este caso Chloe estaba en el sillón de dos plazas. Por tanto tendría que estar toda la película a su lado, hoy no es muy buen día...

A mitad de la película noté que una mano se apoyaba en mi pierna.

-¿Así molesto, rubia? -susurró Chloe.

-No no... -dije tartamudeando.

En ese instante los labios de Chloe fueron acercándose lentamente a mi cara, cada vez estaba más cerca…

**************************************************************************************
Y esto es todo, como veréis he decidido volver a subir la novela desde un principio, y he modificado los capítulos uno a uno para conseguir una mejor calidad. Ahora cada capítulo tendrá alguna variación, y así también ya que ha pasado tanto tiempo podéis volver a leerla desde un principio. También he decidido subir los capítulos sin foto, porque así los personajes quedarán en vuestra imaginación y se hace mucho mejor. En cuanto a la trama no va a cambiar nada, y seguramente mañana podáis encontraros el capítulo dos.

No olvides hacerte seguidor para que te vaya notificando los nuevos capítulos, y se agradece un comentario y una impresión que anima mucho a seguir escribiendo... 

¡MUCHAS GRACIAS!